Hoy he estado meditando sobre tí. Sobre formas y colores, sobre si hueles a menta o a chocolate,o a ninguno de los dos. He divagado en mi, en la vida aquí, tan fría, tan tenue y apagada así, así sin ti. Las pestañas me pesaban y decidí dormir pero algo no me dejaba. Por hoy tendré que desistir.Será amargamente divertido. Jugaré con las palabras hasta el amanecer. Escribiré lo que me habla, la noche etérea y hermosa de manhatan, el griterío y los coches rojos en mi avenida, que parpadean dislocados anhelando amanecer para parecer mas cuerdos. Tras los cubos un par de gatos negros maullarán y los saludaré con la mano y sin alimento ni empacho, se alejarán huyendo de mis charcos grises que tanto los irritan. El semáforo parece estar llamándome desde lejos. Sus luces lineales me incitan y arrastran al baile, a hacer el amor, a perderme en los placeres, acorralando a Pasión en una esquina cutre de esta habitación y recorrerla lentamente con suma excitación, con malicia, oyendo de fondo tu voz, ambigua y dispersa que me aleja del sentido, absolutamente espesa en contenido, sometida a la agudeza de tu instinto, camicace con rumbo perdido, cegando mi cerebro por completo. No puedo pensar en nada, ni siquiera en ti. Ahora solo estoy ahogada en sentimiento.Perdida en devenir.
viernes, 7 de octubre de 2011
Una habitación de Manhattan
Hoy he estado meditando sobre tí. Sobre formas y colores, sobre si hueles a menta o a chocolate,o a ninguno de los dos. He divagado en mi, en la vida aquí, tan fría, tan tenue y apagada así, así sin ti. Las pestañas me pesaban y decidí dormir pero algo no me dejaba. Por hoy tendré que desistir.Será amargamente divertido. Jugaré con las palabras hasta el amanecer. Escribiré lo que me habla, la noche etérea y hermosa de manhatan, el griterío y los coches rojos en mi avenida, que parpadean dislocados anhelando amanecer para parecer mas cuerdos. Tras los cubos un par de gatos negros maullarán y los saludaré con la mano y sin alimento ni empacho, se alejarán huyendo de mis charcos grises que tanto los irritan. El semáforo parece estar llamándome desde lejos. Sus luces lineales me incitan y arrastran al baile, a hacer el amor, a perderme en los placeres, acorralando a Pasión en una esquina cutre de esta habitación y recorrerla lentamente con suma excitación, con malicia, oyendo de fondo tu voz, ambigua y dispersa que me aleja del sentido, absolutamente espesa en contenido, sometida a la agudeza de tu instinto, camicace con rumbo perdido, cegando mi cerebro por completo. No puedo pensar en nada, ni siquiera en ti. Ahora solo estoy ahogada en sentimiento.Perdida en devenir.
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