Buenos días, chicos y chicas. Aquí estamos una vez más tratando de averiguar el secreto de nuestra persona, un misterio que al final, todos llegamos a conocer...
Pero hoy, es el día más importante de mi vida, porque hoy tenemos con nosotros a la persona que tiene la salvación del mundo en sus manos... Si, la salvación del mundo en sus manos...
Quiero tener un buen día. Pierde el tiempo con mi chica. Me voy, sigo a mi manera y tengo un buen día.
Decido escoger el "más", no eligo ningún lado, bueno o malo y siempre preguntan lo mismo: Debe elegir uno de los dos. ¿Cuál?
Y es que la vida de las personas es así... y yo, voy a mi manera, muy bien, ¡Vamos!
Pierdes el tiempo conmigo, cariño. Tengo que cuidar de mí misma. Espero que tengas un buen día. Yo...Me voy a mi manera.
Mientras caminaba tan orgullosa, inmersa en mi mente, me encontré con alguien, una pistola caliente.
Vi su cabeza bajo mis botas, me dijo: ¿Qué es lo que quieres que haga?
Vamos ahora esto ...
Mientras caminaba tan alto, de repente me di cuenta de que me siento como una estrella, un superhéroe. Voy a salvar el mundo, solo con mi verdad, quieres que lo haga?
Espero que tengas un buen día.
jueves, 28 de abril de 2011
Have a Nice Day - Carlos Jean
"Y es que sería tan sencillo" - 1ª Canción. Prueba Creajoven 2011
Tengo una marea de todos los sentimientos y no sé ya, dónde guardarlos.
Y es que son como lobos, como unos lobos hambrientos,
y a pesar de parecerlo no son como los del cuento.
Tengo una nube para poder pasear,
por el cielo.
Tengo una sonrisa que podemos traspasar al firmamento.
Doce de mis versos sobre losas del tejado ya son nuestros.
Veinticuatro horas para morir abrazados va en el precio.
Siete son los días que querría pasar junto a ti, en el infierno.
Todos los de mi vida se que contigo, serían en el cielo.
Y es que son tantos,
estos recuerdos,
que cualquiera juraría que duró tampoco tiempo.
Y es que son tantos,
los besos,
que cualquiera mentiría diciendo que no eran nuestros.
Cojo la guitarra, tú llévate mis recuerdos,
y prometo regalarte esta canción en el puerto.
Juntos con las olas, soñaremos, sin reloj, te lo prometo.
Duerme entre mis brazos y sonríe mientras te veo.
Cada noche juntos, me pareció interminable,
sería el miedo a que te fueras, y el no querer despertarme.
Dulce en cada beso,
entre miel, chocolate y caramelo.
Dulce tu recuerdo aunque quiera deshacerlo por completo.
Siento tu presencia, cada día, al acostarme,
miro aquel retrato mío, ¡el que tú me regalaste!
Y es que hoy te echo de menos,
hoy un poco más que antes,
ojalá te borre el tiempo
¡y no vuelva nunca a verte!
Pero es que ¡Te necesito!
Ya no sé ni lo que quiero
y es que ¡sería tan sencillo,
eso de decir te quiero...!
Y es que son como lobos, como unos lobos hambrientos,
y a pesar de parecerlo no son como los del cuento.
Tengo una nube para poder pasear,
por el cielo.
Tengo una sonrisa que podemos traspasar al firmamento.
Doce de mis versos sobre losas del tejado ya son nuestros.
Veinticuatro horas para morir abrazados va en el precio.
Siete son los días que querría pasar junto a ti, en el infierno.
Todos los de mi vida se que contigo, serían en el cielo.
Y es que son tantos,
estos recuerdos,
que cualquiera juraría que duró tampoco tiempo.
Y es que son tantos,
los besos,
que cualquiera mentiría diciendo que no eran nuestros.
Cojo la guitarra, tú llévate mis recuerdos,
y prometo regalarte esta canción en el puerto.
Juntos con las olas, soñaremos, sin reloj, te lo prometo.
Duerme entre mis brazos y sonríe mientras te veo.
Cada noche juntos, me pareció interminable,
sería el miedo a que te fueras, y el no querer despertarme.
Dulce en cada beso,
entre miel, chocolate y caramelo.
Dulce tu recuerdo aunque quiera deshacerlo por completo.
Siento tu presencia, cada día, al acostarme,
miro aquel retrato mío, ¡el que tú me regalaste!
Y es que hoy te echo de menos,
hoy un poco más que antes,
ojalá te borre el tiempo
¡y no vuelva nunca a verte!
Pero es que ¡Te necesito!
Ya no sé ni lo que quiero
y es que ¡sería tan sencillo,
eso de decir te quiero...!
Y es que son tantos,
estos recuerdos,
que cualquiera juraría que duró tampoco tiempo.
Y es que son tantos,
los besos,
que cualquiera mentiría diciendo que no eran nuestros.
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