No me preguntéis porqué pero siempre que amanezco riendo, termino a media tarde invocando melancolías.
No podía ser de otra forma. Nunca he debido mentirme.
Digo tener mucho por lo que luchar sólo porque no estoy dispuesta a perder.
Pero al final, las circunstancias y mi afición a los besos complicados,
me acercan a un abismo donde nadie vende opciones.
Nunca me gustó elegir.
Y aquí estoy, encarando al folio y sin decidirme.
No sé cuanto rato llevo aquí, esparciendo versos sobre el escritorio...
Nunca aprendí a medir el olvido o el amor, sólo sé que algunos besos pueden durar toda la vida y que otros, lo que dura este escrito.
me acercan a un abismo donde nadie vende opciones.
Nunca me gustó elegir.
Y aquí estoy, encarando al folio y sin decidirme.
No sé cuanto rato llevo aquí, esparciendo versos sobre el escritorio...
Nunca aprendí a medir el olvido o el amor, sólo sé que algunos besos pueden durar toda la vida y que otros, lo que dura este escrito.