Frío invierno,
Poca luz,
de un extraño tono azul,
Dulce
nieve veo caer,
ojala la vieras tú.
La mañana esta empañada,
pero no pienso limpiarla.
El café sobre la mano
y mi pelo aún mojado, refresca mis sentidos.
esta toalla empapada, que en el suelo terminó.
Y una nube atolondrada que se ha puesto hoy en mi cama,
Y no sé si pensará llorar.
Donde
estás, donde te has ido,
Cuando
pensarás volver,
No dejo
de repetirlo, una y otra vez.
Te dejaste
aquí el abrigo
Y también el té de ayer.
Que hoy ya debe estar muy frío,
te lo calentaré.
La senda
de tus pisadas,
no me dice a donde vas,
Y mi cabeza pesada, no ha dejado de
pensar.
Ya no
vuelan golondrinas
En la
faz de tu mirada
Ya no
tienes pesadillas
En las
que siempre me salvas
Ya no
estamos frente al otro
Aguantando
carcajadas
Y tus
manos frías
Ya no
calientan mi espalda.
Recuerdo
cuando reías
Por esas
pequeñas cosas
Las
pequeñas tonterías
Que a
menudo te soltaba
Siempre
cuando yo bebía
La
botella de rioja se ha quedado en la despensa
Y yo en
la cuerda floja
He
pensado ya en bebérmela
Pero no
es tan divertido
No cuando tú no me miras
Y puedes
reírte un rato
De todas
mis niñerías.
Donde
estás, donde te has ido,
Cuando
pensarás volver,
No dejo
de repetirlo, una y otra vez.
Te dejaste aquí el abrigo
Y también el té de ayer.
Que hoy ya debe estar muy frío,
te lo calentaré.
La senda de tus pisadas,
no me dice a dónde vas,
Y mi conciencia pesada, no te deja
de esperar.