Tras analizar el ADN de 1.140 individuos de la península Ibérica y Baleares, científicos de las universidades de Leicester (Reino Unido) y Pompeu Fabra de Barcelona han comprobado que la convivencia, las migraciones, las conversiones y las invasiones que tuvieron lugar en la península durante la Edad Media quedaron registradas en el genoma de sus individuos, que ha ido pasando de generación en generación a través del cromosoma masculino.
Además del estudio se desprenden otros datos relevantes, como que la presencia de genes norteafricanos es mayor en la mitad occidental de la península en provincias como León, Valladolid y Ávila, que en la oriental, como Granada. Sin embargo, este dato no coincide con la distribución geográfica que esperaban por la colonización a partir del 711 ni con la retirada en el siglo XV, por lo que se debe a un alto nivel de conversión religiosa, forzosa o voluntaria, que en última instancia condujo a la integración de sus descendientes.
( Artículo extraído de Muy Interesante :) )
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