miércoles, 22 de junio de 2011

Reflexión Fin de Curso 2010/2011

Bueno bueno... Cuanto tiempo sin escribir en mi serendipiblog... Lo echaba de menos, lo admito. 
He acabado los examenes, al menos, por ahora. Soy "libre". Estoy orgullosa de mí misma, de mi esfuerzo, de mi lucha constante y de mi superación diaria. Este cuatrimestre ha sido horrible pero he conseguido mucho más que otras personas con mucha fuerza de voluntad y dejando a un lado la verdadera cuestión o debería decir cuestiones, que me oprimían el alma, cada día un poco más.
Lo primero que hice al terminar fue llorar ¿Irónico?... No sé si de alegría o de tristeza, o por temor a que, después de la gran lucha que había librado mi mente con mis sentimientos reales, recogiera una mala cosecha. 
Pero me equivocaba. La cosecha no fue tan mala después de todo, quizá porque la siembra y labranza fueron realizadas con esfuerzo y valor. 
Valor. Eso es lo principal en esta vida. El valor ahuyenta al miedo y te ayuda a afrontar las situaciones con la cabeza alta. 
Valor, gran sentimiento, poco común y a la vez muy necesario hoy en día.
Quizás este curso me enseñó el verdadero enigma de esa palabra.
Pero ahora, me espera un largo viaje. Esto solo fue el principio, aunque es hermoso soñar con el gran final, con la llegada a ese gran objetivo vital que nos hace seguir hacia delante, madrugar cada día y seguir luchando por él y, mientras tanto, mientras se hace esperar, ver como nos inundamos de sabiduría y, sin darnos cuenta, cumplimos pequeñas partes de ese gran objetivo, haciendo que el viaje llegue a ser incluso más fructífero que el gran final que aguardamos. Por ello, el fiel Ulises no deistió en su viaje y en él encontró mucho más de lo que esperaba encontrar, aprendió mucho más de lo que soñaba aprender y vivió cosas que jamás pensó que llegaría a vivir. Y es que, a veces, la vida nos pone a nuestro alcance muchas pequeñas oportunidades pero también a veces, cegados por el GRAN OBJETIVO o la GRAN META,esas oportunidades pasan desapercibidas para nosotros, por eso... Abre la mente, ve paso a paso, deja que el camino lo creen tus pies y no el accidentado terreno de las montañas y los valles.
Tú tienes las riendas. 
Al final llegarás a Ítaca pero comparado con el viaje, la GRAN META se habrá empequeñecido en tal medida que apenas podremos sentir la llegada a ella...





"Valor, compañeros. Valor..."
 

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